Las tres ediciones del Master en Comunicación Digital de en.red.ando, de nueve meses de duración cada una, se impartieron online en una plataforma virtual que diseñó la empresa Enredando.com. El eje del proceso de formación online diseñado para tal ocasión lo constituyó Baraz@, una red social virtual de conocimiento basada en la tecnología conceptual de en.medi@, en la que trabajaban conjuntamente alumnos, profesores, tutores y moderadores. Baraz@, de acuerdo a los criterios pedagógicos que postulaba Enredando.com, fue creciendo en cada edición del Máster, en cantidad y calidad ya que los alumnos de las sucesivas ediciones aprovechaban el material aportado y producido, los casos estudiados, la parte relevante de los debates y los documentos de síntesis elaborados. De esta manera, por decirlo de una manera sencilla, Baraz@ empezaba, por ejemplo, con 1 mega de información elaborada por el equipo de gestión de la red y concluía con 10 megas de producción conjunta. Pero la siguiente edición se iniciaba con una carga acumulada de 7-8 megas de material y discusión y terminaba con 17-18 megas. Esta curva de incremento se mantuvo lógicamente en la tercera edición. De esta manera se mataban a muchos pájaros de un sólo tiro:
.- Los alumnos estaban inmersos en un proceso de aprendizaje de historia sin necesidad de señalarlo como un rasgo distintivo, era una forma natural de gestionar las relaciones con el grupo, con los materiales con los que trabajaba y aprovechando el trabajo realizado por las diferentes promociones, algo que, por otra parte, resultaba prácticamente imposible de conseguir en la formación presencial (y sigue siendo así);
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.- La acumulación de experiencias y la colectivización de inteligencias (esos dos conceptos que se convierten tan fácilmente en entelequias húmedas en la boca de tantos gurús) formaban parte del proceso de generación de contenidos y de aprendizaje, eran un requisito imprescindible de la formación online que se impartía en el Máster y, a tal efecto, se aplicaban varias metodologías;
.- Se podría decir que, gracias a este proceso acumulativo y cuidadosamente calibrado, la propia red “aprendía” a medida que se trabajaba en ella. No cabe duda de que la última promoción de alumnos salió, en principio, mejor preparada que las anteriores porque la densidad de la experiencia acumulada se manifestaba por doquier: en los procedimientos, en la labor de los profesores, en la actividad de los moderadores y los tutores y en la creciente calidad de los contenidos disponibles. Baraz@ constituyó una experiencia innovadora en la formación online que, por circunstancias de la época y el lugar, alcanzó una repercusión limitada. Pero, aún hoy, los debates sobre el aprendizaje en red todavía tropiezan en obstáculos que Baraz@ ya había superado.