La estructura básica de una red social virtual de conocimiento está compuesta, al menos, de cuatro zonas: Debate, Aportaciones, Servicios y Resúmenes. Y estas cuatro zonas ponen en funcionamiento tres coronas de información y conocimiento claramente diferenciadas. Toda la actividad en la red de conocimiento está gestionada por un equipo capacitado para la tarea y dotado de metodologías que permiten generar conocimiento nuevo en función de los objetivos propuestos.

Las tres coronas son:

La primera corona: la generación de información y conocimiento

La segunda corona: la creación de contextos

La tercera corona: la fábrica de conocimiento

La primera corona: la generación de información y conocimiento

En la primera corona tenemos la Zona de Debate, un foro virtual donde se discuten y analizan temas relacionados con los objetivos acordados para la red de conocimiento.

Es habitual que en esta zona predominen las opiniones, no siempre suficientemente (o necesariamente) sustanciadas. A veces, estas opiniones ofrecen información significativa, e incluso conocimiento dependiendo de cómo están formuladas y referenciadas y de quién las emite. Lo cual no quita que, más frecuentemente de lo deseable, se contrarreste el peso de opiniones fundamentadas con opiniones en sentido contrario y envueltas a veces en un lenguaje contundente y autoritario con tal de disimular su escasa entidad. Pero suele surtir efecto y para restablecer el rumbo hay diferentes metodologías..

De todas maneras, el eje de toda red virtual gira, en primer lugar, sobre el foro, el lugar donde todos los miembros de la red se ven, abren debates y opinan sobre los que están en marcha. Esa es la naturaleza del ámbito de debate en Internet, sea en una red de conocimiento, en una lista de distribución o en un foro, sea del tipo que sea.

Y esta es la fase por antonomasia de la generación de información y conocimiento. Los miembros de la red actúan como focos emisores de información y, en ocasiones, de conocimiento. Sus intercambios se organizan, como ha sucedido tradicionalmente en Internet, en primer lugar cronológicamente, aunque también se pueden organizar por autores y por temas. Esto ha planteado siempre problemas desde el punto de vista de filtrar y afinar las búsquedas, de la recuperación de contenidos interesantes y, por tanto, de la elaboración de contenidos diferentes pero relacionados.

 

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La segunda corona: la creación de contextos

La segunda corona de información y conocimiento es la Zona de Aportaciones. Esta es una parte esencial del proceso de construcción de conocimiento en red. La Zona de Aportaciones es donde se crea el contexto que sostiene los intercambios en la Zona de Debate. En otras palabras, es donde se fundamentan las discusiones o se ponen en cuestión opiniones, tratando por todos los medios posibles de dibujar cuál es el estado de la cuestión de los debates vigentes en la red de conocimiento.

La Zona de Aportaciones está dividida en varias secciones donde se publican entrevistas con expertos, documentos, análisis de organizaciones, información sobre proyectos de innovación, líneas de investigación, informes pertinentes, evolución de mercados, nuevas tendencias con impacto en los temas tratados, etc. Todo este material es aportado, en una primera fase, por el equipo gestor de la red de conocimiento. Pero los miembros de la red percibirán rápidamente la importancia de anclar sus opiniones en un “corpus” que refuerce y sustente los argumentos planteados, incluso antes de abrir temas de discusión en la Zona de Debate, o simultáneamente. Por tanto, ellos mismos asumirán una parte de la actividad tendente a crear y ampliar el contexto de los debates que tengan lugar.

En la Zona de Aportaciones habrá la posibilidad de hacer talleres sobre temas específicos, como una forma de profundizar el contexto de la actividad que se esté desarrollando en la red. En otras palabras, la Zona de Aportaciones es un repositorio dinámico de materiales y actividades que crean, desarrollan y proyectan el contexto de la actividad de la red de conocimiento.

La Zona de Servicios también forma parte de esta corona y contribuye a reforzar la construcción de contextos en la Zona de Aportaciones. En la Zona de Servicios se publican materiales de soporte, indicaciones de metodologías para mejorar la eficiencia de los intercambios, material bibliográfico y webográfico, casos a estudiar y analizar y reseñas de los resultados de conferencias y congresos relacionados con el tema central de la red de conocimiento. Esta zona está gestionada de la misma manera que la Zona de Aportaciones: la primera responsabilidad la asume el equipo gestor de la red de conocimiento, pero serán sus miembros quienes decidan, a medida que aprendan cómo se conforma esta zona, qué materiales son los más pertinentes para ayudar en los trabajos que se desarrollen.

Esta segunda corona, por tanto, está a caballo de la generación y la gestión de conocimiento en red. Aunque la construcción de conocimiento no es siempre evidente, la contribución colectiva a la creación de contextos constituye un paso esencial en dicho proceso.

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La tercera corona: la fábrica de conocimiento

La tercera corona es la Zona de Resúmenes o de Síntesis, donde se comienza a elaborar el conocimiento generado colectivamente en red. Se trata, por tanto, de conocimiento nuevo y producido en función de los objetivos que pretende alcanzar la red de conocimiento, o temática, o corporativo o como la queramos llamar. En otras palabras, en esta tercera corona se obtienen productos que no son evidentes tan sólo a partir de lo que sucede en las dos coronas anteriores, sino que suponen un ejercicio de síntesis, de interrelaciones, de sumatoria de las experiencias y de las inteligencias colectivas e individuales expresadas y aplicadas a las actividades desarrolladas en la red de conocimiento.

Aparte de boletines periódicos, los miembros podrán solicitar documentos confeccionados a partir de parámetros concretos: síntesis enlazada a sus intervenciones en el foro en determinados períodos de tiempo, quienes siguieron la discusión, si ésta se bifurcó en otros temas, síntesis enlazada a los documentos que se aportaron como parte de la creación de contexto y enlazados a los debates que provocaron, por quiénes y desde qué puntos de vista.

Además, desde esta zona se generan nuevos materiales, relacionados con el global de los trabajos que se realicen en la red, ya sea desde el punto de vista de temas abordados o de las contribuciones personales, además de materiales de fondo como análisis de tendencias, o reflexiones colectivas, que podrían cuajar en ensayos, libros, cuadernillos, etc. Mucho de este conocimiento no es evidente, subyace en los diferentes temas abordados, en los documentos aportados o en la conjunción de transversal de estos contenidos con los procedentes de eventos. Los gestores de la red son los que, en principio, extraen este conocimiento, que a veces aparece con nombres y apellidos y, en ocasiones, es el magma del trabajo colectivo desarrollado en la red.

Esta corona es la de Gestión de Conocimiento en red (GC-Red), la que justifica la calificación de la red como una red compleja de conocimiento. Y esta corona es la expresión del sistema de generación y gestión de conocimiento en red, que, como se puede comprobar, no tiene nada que ver con el de la gestión del conocimiento procedente de la disciplina de la administración de empresas. El conocimiento generado y gestionado en red es conocimiento nuevo (ni tácito, ni expreso) que sólo existe en función de los objetivos fijados por el proyecto que se despliega en una red social, generado en una plataforma tecnológica diseñada en función de dichos objetivos, mediante una metodología aplicada por un equipo de gestión de red.

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Finalmente, la web a través de la cual se accede a la RSVC, puede alojar un medio de comunicación que sólo informa de lo que sucede en el interior de la red: sus debates, sus experiencias, las conclusiones que va alcanzando, los contextos que se van creando, todo ello mediante técnicas periodísticas como noticias, reportajes, entrevistas, en suma información única, exclusiva no redundante en la red ya que es un producto del trabajo colectivo en una RSVC.

De esta manera se garantizan los cuatro pilares del trabajo colectivo en red:

Continuidad (reducir al mínimo la variable dedicación de los participantes en los proyectos de trabajo colectivo en red mediante la gestión de procesos en función de objetivos).

Sostenibilidad (reducir al mínimo el impacto del grado de dedicación y de los diferentes niveles de conocimiento de los participantes, independientemente del tiempo que lleven trabajando en la RSVC, mediante metodologías de gestión, la creación de contextos, la producción de materiales de síntesis de lo actuado en la red y la organización de los flujos de información y conocimiento en la estructura virtual).

Interacción (garantizar que los procesos de retroalimentación de ideas, experiencias, casos, líneas de investigación, nuevas aportaciones, etc., se reflejen en los debates, en la creación de contextos y en la elaboración de productos de conocimiento para la obtención de resultados aplicables en función de objetivos fijados).

Visibilidad (de todo lo actuado, tanto para los miembros de la red, como para gente interesada que puede acceder a a través del medio de comunicación de la red a materiales para aplicarlos a sus propias circunstancias).

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